Me gustaría levantarme de la cama y encontrarme una rosa. Roja no. Blanca. Pura. Para escribir en ella como si fuese una página nueva. Una rosa dejada por alguien que piensa en mi y a quien todavía no conozco. Lo sé. Un contrasentido. Pero me haría sonreír. La cogería y me la llevaría al instituto y la dejaría apoyada en el pupitre, sin más, sin decir nada. (...) Y yo, todavía sin decir nada, la dejaría allí toda la mañana. Después a última hora, arrancaría uno a uno todos sus pétalos, y con un rotulador azul, escribiría letra a letra, una sola en cada pétalo, la frase de aquella canción tan bonita: "Entre los obstáculos del corazón hay un principio de alegría que me gustaría merecer..." Y después, tiraría los pétalos por la ventana, el viento se los llevaría.
Me encanta el post,
ResponderEliminary el blog enterito!
Te sigo sin dudarlo...
Un beso,
(L)
es un fragmento del libro verdad? precioso...
ResponderEliminarBesos